jueves, 23 de mayo de 2013

Todos se creen hacer cosas correctas o buenas pero, objetivamente, no saben lo qué es el bien (luego van a ciegas o al acierto o a la suerte).
Sí, para hacer el bien o por saber qué es el bien, unos se dejan llevar por lo que les dice el catolicismo, y otros el islam, y otros el socialismo, y otros un famoso de turno, y otros el conservadurismo.
¡No!, el único bien que existe es no respetar el mal (la confusión, el todo vale, la irracionalidad, la mentira, etc.), que es el bien objetivo, y no el bien que se diga -en duda, sin re-probación objetiva- por tendencias, por modas o por improvisaciones ideológicas

3 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Si todo en la vida se basa en saber qué es el bien, unos -a frivolidad o a cara dura o a irresponsabilidad o a sangre fría- van a consultar el diccionario o a ver qué les dice su secta o su grupo particular.

No, una persona puede dar alimento a un hambriento -que es un bien o lo puede hacer ocasionalmente un corrupto- y eso no significa que hace el bien en conciencia, no, no os engañéis.

El bien, él único, es no respetar al mal (la confusión, la manipulación, la mentira, la desigualdad, la intolerancia, etc.).
Cualquier persona puede hacer ocasionalmente un bien -no hay dictador que no lo hiciera, en algo-, pero no hacia el bien coherente, íntegro, objetivo.

José Repiso Moyano dijo...

En España un economista ha dicho que a los bancos no se les ha ayudado, sino a sus depositantes. Más mendruguería imposible, porque es como si se le ayudara a cualquier empresa (de armas o de lo que sea) y se dijera que se ayuda a sus accionistas, es como si se le ayudara a cualquier multinacional energética y se dijera que se ayuda a los consumidores que necesitan esa energía.
De locos y de sinvergüenzas está España satisfecha.


La mente en manos de un mendrugo o cabezón es algo vano.

José Repiso Moyano dijo...

PARA TENER UN DIOS, PRIMERO HAY QUE TENER UNA VERGÜENZA ÉTICA -O DE RAZÓN PROTEGIÉNDOSE-, ¿no lo sabias?

Y no seguir ayudando a lo mismo.


Sí, eso se consigue muy fácil: no ayudando a lo mismo, sino a los que demuestran razón o ética.


Pero ya depende... de tener corazón y probar que se tiene corazón -no melón rastrero de buenismo con lo mismo-.

23 de diciembre de 2012

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