Todo lo que se pueda arreglar algo depende solo de verdades y no de mentiras.
Sí, la información pública ha de compensarse en su veracidad -en su COMPROBACIÓN-; si no, todo se mueve por bla-bla y por un creer en donde las acciones no cuentan con "lo que hay" veraz -yendo éstas "al acierto" y a un seguro nuevo error-.
Un astuto manipulador no cambia, mañana será el mismo aunque con nuevos y más esquivos trucos -siempre en cualquier tema sabe deslucir lo que le conviene -¡eso es muy fácil!, una vez que se es así-.
Sí, la información pública ha de compensarse en su veracidad -en su COMPROBACIÓN-; si no, todo se mueve por bla-bla y por un creer en donde las acciones no cuentan con "lo que hay" veraz -yendo éstas "al acierto" y a un seguro nuevo error-.
Un mal concepto ("la mujer debe servir a la familia", "es necesaria la guerra mundial para dignificar a nuestro dios", etc.) o un concepto irracional o sublimado en conveniencia parcial siempre reproduce y fortalece todos los grandes intereses retorcidos y manipuladores de una sociedad. Así es, por eso tal concepto puede destruir mucho o todo si los demás lo apoyan; en claro, hace más daño que muchas otras crueldades.
Y son los intelectuales, los escritores principalmente, ellos, los que hacen este error siempre; porque son criaderos de subjetividades y del siempre -en mediación de subjetividad astuta o de no realidad- mal valorar.
3 comentarios:
Los intereses retorcidos que se mueven de todas las injusticias, se mueven por las fuerzas de conceptos motrices interesados o de confusión o de poder que se arraigan muy fácilmente por contar con muchos recursos, los cuales asientan las mentalidades y las acciones predominantes de la sociedad.
Una vida son muchas cosas, no lo que digan los jueces o los reyes, y cada cual reprocha o condena éticamente a lo que debe.
Esos medios sucios, que precisamente dicen que a Camps no se le podía repudiar o acusar de nada hasta que se cumpliera una sentencia judicial, han estado condenando durante años a Bono sin previa sentencia judicial, o a los Seres o a lo que les viene en gana.
Quieren reducirlo todo a lo que les conviene, a fanatismo.
Un majareta dice que los escraches son de nazis; pues bien, desde hace años los paparazzi hacían lo mismo con personajes públicos y no hacían precisamente nazismo. Yo no lo apruebo éticamente, pero eso no significa que cometan algo gravísimo; los personajes públicos o de gran responsabilidad ya conllevan eso.
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