Un mal concepto ("la mujer debe servir a la familia", "es necesaria la guerra mundial para dignificar a nuestro dios", etc.) o un concepto irracional o sublimado en conveniencia parcial siempre reproduce y fortalece todos los grandes intereses retorcidos y manipuladores de una sociedad. Así es, por eso tal concepto puede destruir mucho o todo si los demás lo apoyan; en claro, hace más daño que muchas otras crueldades.
Y son los intelectuales, los escritores principalmente, ellos, los que hacen este error siempre; porque son criaderos de subjetividades y del siempre -en mediación de subjetividad astuta o de no realidad- mal valorar.
Y son los intelectuales, los escritores principalmente, ellos, los que hacen este error siempre; porque son criaderos de subjetividades y del siempre -en mediación de subjetividad astuta o de no realidad- mal valorar.
3 comentarios:
Los intereses retorcidos que se mueven de todas las injusticias, se mueven por las fuerzas de conceptos motrices interesados o de confusión o de poder que se arraigan muy fácilmente por contar con muchos recursos, los cuales asientan las mentalidades y las acciones predominantes de la sociedad.
A los escritores españoles aunque se les demuestre mil o cinco mil veces algo, pues ¡nada!, les entra por un oído y les vuelve a salir por el culo. Nunca permiten nada, establecen a poder algo -o a subjetividad o a racionalidad privada o dictadora- y lo deteminan, con absoluta conveniencia irracional, con rollo mental o culebrón mental inhumano-literario, y en mercadería de negocio solo para ellos. Y no hay nada que hacer: todo lo irracional, lo chulo y lo injusto lo imponen.
Ni un corrupto escritor español hace absolutamente nada por el bien, pero hacen todo lo horrible -de fondo- por el mal.
En el mundo no hay absolutamente algún problema, sería completamente feliz sin ellos, vividores, falsantes, confundidores, dictadores, negadores de todo y crueles en todos los aspectos. Algún día al fin dejarán vivir y respirar o en paz ya a todo lo que destruyen.
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