HAY SOLO DOS MANERAS DE GOBERNAR A LOS MÁS DÉBILES:
- A ayudas (por lo que se les escucha a todos y se les cubre -contra cualquier excusa- sus mínimas necesidades).
- A palos (por lo que se les exige siempre sacrificios con una u otra justificación ajena a tener sus mínimos recursos y, sin que puedan elegir, han de aguantarse a pagar impuestos y a sufrir recortes)
“Silencio de los silenciados, de los amordazados. Silencio de la ignorancia. Terrible silencio. Pero más terrible, hasta ser delito, el silencio culpable de los silenciosos. De quienes pudiendo hablar, callan. De quienes sabiendo y debiendo hablar, no lo hacen” (Federico Mayor Zaragoza, F: Delito de silencio, Ed. Comanegra, 2011).
- A ayudas (por lo que se les escucha a todos y se les cubre -contra cualquier excusa- sus mínimas necesidades).
- A palos (por lo que se les exige siempre sacrificios con una u otra justificación ajena a tener sus mínimos recursos y, sin que puedan elegir, han de aguantarse a pagar impuestos y a sufrir recortes)
“Silencio de los silenciados, de los amordazados. Silencio de la ignorancia. Terrible silencio. Pero más terrible, hasta ser delito, el silencio culpable de los silenciosos. De quienes pudiendo hablar, callan. De quienes sabiendo y debiendo hablar, no lo hacen” (Federico Mayor Zaragoza, F: Delito de silencio, Ed. Comanegra, 2011).
2 comentarios:
Cuánta indiferencia y, por haber indiferencia, inconsciencia!
¡Cuánto silencio y, por haber silencio, confusión, pasividad y consentimiento!
¡Cuánto no reconocer nada y, por eso, indignidad o "dignidad" irracional o antiética!
¡Cuánta vanidad de vanidades de escritores solo pensando en sus culebrones vendibles y nunca en algo a contratécnica digno!
¡Cuánta miseria de todos -sin limpia honestidad- de no decir sí o decir no cuando algo es o no es!
¡Cuánta miseria!
¡Cuánta gran miseria de los mismos que crean la miseria!
En España, desde que nací, lo único que he visto es injusticias diaria y directamente sobre el que es ético; y facilidades totales sobre todo el que es corrupto en algo. Cuelquier sinvergüenza o sobreprotegido o aprovechado tiene derecho a todas las dignidades mientras que a otros no le dejan ni una sola -que es mi caso-.
¿Falacia de falacias! es solamente.
Apulañan una vez al que siempre apuñalaron en exterminio, y protegen de nuevo a otra injusticia.
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