Hubo un planeta que durante diez mil años jamás la mujer cuestionó los privilegios del hombre y, así, en esa esclavitud, vivió desperdiciadamente creyendo que esa era la verdad. (Sí, en otras muchas cosas también pasa lo mismo: los negros obedeciendo a su amo, los homosexuales a los pies del dogmatismo religioso, etc.)
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