viernes, 17 de septiembre de 2010

Si tú estás REALMENTE en contra de una injusticia hacia colectivos étnicos -por intereses arbitrarios de naciones en una evidencia de hechos realizados de deportaciones, sin estudiar los hechos delictivos uno por uno-, pues la condenas diga lo que diga una comisaria de la Unión Europea - ya pueda decir misa o frases de brujería-; es decir, esa injusticia la condenas siempre sin ir rápidamente a apoyar al responsable de esa injustia -no Francia, sino un señor muy soberbio con nombre y apellidos-. Y lo haces en conciencia porque es un hecho de interés público y de relevancia global evidente, como una guerra o un acto terrorista -o sea, que no hay que esperar a ningún juicio institucional u oficialista-.

Segundo aspecto: En objetividad, tú sabes que alguien verdaderamente quiere ayudarte por lo que es capaz de arriesgar por ti; eso es cierto, si arriesga hasta su propia imagen política, por gritar "a por todas" tu injusticia, sí, ¡es que le importa de verdad, sin hipocresía!.

En resumidas cuentas, los mandatarios europeos no han seguido condenando algo porque ni siquiera lo empezaron; y no les han interesado nada unos hechos, en donde han jugado con los derechos de un colectivo -que además están contenidos en la ley europea-, porque ni siquiera han arriesgado algo para demostrar que les importa. Ahí está ese cero patatero en vergüenza y en una mínima mala conciencia de haber consentido eso.

http://www.hazteoir.org/node/15749

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Hay quienes juegan a la clasificación de seres humanos en los que son de primera clase, de segunda y de tercera o de facilísima humillación. Y, así, empiezan -porque hay que empezar con el juego- con los que son "normales", luego se pasan frívolamente a los que son "anormales", y ya se pasan con odio o con desprecio total a los que son "sub-normales".
Miserablemente hasta en programas de radio lo hacen.
O empiezan con el juego de los que son "del orden" o "del no-orden"; o empiezan con los que son "sociales" o "antisociales".

Sí, esas clasificaciones sólo son para humillar; puesto que "normal" es el ser humano que es solamente ser humano sin más en sus circunstancias, o sea, que no es mitad perro y mitad humano, no; "sociales" son todos ya que, si no, vivirían lejos de la sociedad (otra cosa es que sean extrovertidos o introvertidos o agresivos...), sin pagar impuestos y sin cumplir leyes.

José Repiso Moyano dijo...

La comisaria europea de justicia no puede ser condenada por nada porque nada, fuera de la ley o de la ética, ha hecho.
Si le preguntas, en la calle, a cualquier ciudadano del mundo a qué le recuerdan unas deportaciones étnicas que ahora se hagan, el cien por cien o casi contesta que a las que se hicieron en la segunda guerra mundial.

Por lo tanto, sin hipocresía, es lo habitual, lo que todo el mundo contestaría.

Bueno, por su responsabilidad pública, ella puede tener una llamada de atención, porque quizás no hayan gustado sus palabras, pero eso entra ya en otros asuntos ... en los linchamientos o en los ajustes de cuentas: "A nosotros nos amargó la Presidencia" dijo uno.

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