martes, 10 de diciembre de 2019

Siempre es la MISMA HISTORIA (de maldad): los que tienen algún poder o apego a él (ayuntamiento, policía, influencia, grupo, poder mediático, instituciones, dinero, aprovechados de una retórica, etc) siempre lo van a ejecutar contra el que no lo tiene: Miguel Hernández, yo, Jesucristo, etc. ¡ASÍ FUNCIONA LA MALDAD PURA!
Es el conseguirlo todo a costa de eso o de tal nazismo.

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

A Jesucristo no se ocurrió nunca poner bien al mal, o sea, nunca se le ocurrió poner como bueno al mal.

Ése es el EQUILIBRIO ESENCIAL.

Por obligado, a todos tuvo que decir que, lo que está mal, ¡pues está mal!, pasara lo que pasara, pero TUVO QUE DECIRLO.


Una persona fiel al Bien, también ha de decir que, lo que es error o inmoral, ¡es inmoral!

Y si renuncia a decirlo o lo distorsiona, pues ya traiciona al Bien o lo perjudica.

En mi caso, también (pero siempre avalándome por la RAZÓN y por el DEBER ETICO) día a día me he visto obligado a decir exactamente todo lo que he tenido que decir. Pase lo que pase y DIGAN LO QUE DIGAN.

Todo el mundo es responsable de no perjudicar al Bien cada instante de su vida.

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