La ciencia (de verdad ciencia)
o es un amor incondicional a la verdad (sin más recursos para ello que las estrictas reglas racionales)
o es un tinglado de truculencias bien buenizadas de aparente seudociencia. Sí, eso es. Pero, en honor a la verdad, la ciencia actual conlleva, a infinita y racionalmente demostrable verdad, el
EXTERMINIO TOTAL DE LA VERDAD. Sí, en efecto, en todo el Infinito del Universos
jamás ha habido algo que extermine a la verdad que los actuales científicos (degenerados, corruptos, desalmados, descerebrados, estúpidos, podridos y diabólicos, todo ello vestido en buenismo y con todos los abrigos de la suciedad social y de los poderes
-y ya decir otra cosa es mentir o faltarle el respeto al alma o a la verdad).
Nada de lo que han dicho ha sido verdad ni es verdad ni en pintura en interminable falsedad total o infinita; pero exterminan al que lo diga. O sea,
si tú dices que un borrico vuela, pues exterminas-
anulas a todo el que diga lo contrario y ya, evidentemente, queda dictado que un borrico vuela como verdad,
como única verdad,
asentado a la fuerza, a imposición total y a crueldad-nazismo total. ¡Eso es lo que hacen! Impiden lo contrario