jueves, 5 de mayo de 2016

Cualquier camino antes de empezarlo te exige el no cambiarlo para que lo termines o llegues a su destino leal y dignamente; sí, de lo contrario ninguneas al camino al incumplir tu palabra de que lo seguirías y, además, a ti mismo porque "arrojas la toalla" sobre los esfuerzos que requieren cualquier meta o lucha en la vida.

Los políticos, los escritores, etc. y sus métodos de valoración pueden ADAPTARSE al camino de la no-ética y sus resultados inevitablemente serán una buena fachada de premios y de trajineos megaeditoriales (que ya la da la ostentación-derroche del disfraz corrupto o no-ético) pero podrida por dentro.
La literatura o el arte tienen que ser libres, y no adaptarse a nada dominante que les dé viles ventajas frente a otro que lucha sin esos abrigos

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Asimismo el camino de la razón (que es uno) o el de la ética (que es uno) tú no puedes enturbiarlo, confundirlo o convenirlo a los demás a tus antojos de tener poder mediático, escritorzuelo, o megaacaparador de todos los recursos y de espacios de cada cosa...
¿lo entiendes?, maldito terco e insaciable de mal, HdP.

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