Si no sabes lo que es la razón -que es lo único que detecta las mentiras-, cómo vas realmente a defender el bien o a desproteger las mentiras si ya has negado, descuidado o destruido la posibilidad de saber lo que es razón, de estar con la razón y de ayudar, tras eso, algo a la razón.
Entre la verdad y el ser humano la naturaleza no puso barreras (o sea, eran lo mismo); pero, es el ser humano el que ha puesto demasiadas rejas (evasiones inevitables de un egocentrismo, paraísos artificiales, premiadas confusiones continuas, etc), y demasiados muros (fanatismo, extremismo, fe ciega y otras alineaciones). Y ahora, en tales extremos, dice... "que no la ve"
Entre la verdad y el ser humano la naturaleza no puso barreras (o sea, eran lo mismo); pero, es el ser humano el que ha puesto demasiadas rejas (evasiones inevitables de un egocentrismo, paraísos artificiales, premiadas confusiones continuas, etc), y demasiados muros (fanatismo, extremismo, fe ciega y otras alineaciones). Y ahora, en tales extremos, dice... "que no la ve"
2 comentarios:
Todos tienen la obligación ética ineludible de luchar contra los abusos de cualquier sinrazón la haga quien la haga (aunque la haga un dios, un cientifico, doscientos científicos o un payaso) , o abuso de poder (mediático, fanáticoetc), y no favorecerlo
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Luchar de verdad (y tener los esfuerzos válidos a tal luchar) ante todo significa
no venderte a ni siquiera una mentira
(tú ya te has vendido en verdad a miles).
"No importa cuantas palabras sagradas hayas leído, no importa cuantas has dicho. No sirven de nada si no actúas de acuerdo a ellas". Buda.
LAS PALABRAS, SI QUIEREN SERVIR A LA VERDAD-LIBERTAD-HONESTIDAD, no pueden ir ornamentadas de mentiras, de rodeos o de enturbiamientos, sino solo de directa verdad y de directos brillos de realidad. El vocabulario (el que no es aceptado a conveniencia por el hipócrita-corrupto) es lícito, honesto, bueno o justísimo si va dirigido no callar ni esclavizar a la verdad; y ha de ser lo más acusatorio si acusas sin teatros a injusticias, ni más ni menos. Al que le guste darles ornamentos de mentira a la verdad, pues ¡miente como un miserable bellaco o vendido!
22 de diciembre de 2013
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