viernes, 23 de octubre de 2015

Antes eran los eslóganes publicitarios; con los cuales ahora todos, para pensar y valorar, tienen las cabezas bien llenas. Desde hace poco invanden las frases hechas como rosquillas todos los intereses -los unos y los contrarios- se dirigen a sublimar, a encandilar o a convencer con ellas -importándoles un pimiento el mostrar con sus esfuerzos unas razones-. ¡Para otros!
Una de esas frases es "todo instrumento es inocente, depende como lo uses" o, también, "el cuchillo es inocente". Pero eso es infinitamente falso (lógico, jamás se ha hecho el coche para desarrollar pura ecología); ya que ningún instrumento tecnológico lo ha hecho el ser humano con intenciones angelicales o exento de responsabilidad. Sí, la inocencia la tiene el que hace algo sin conocimientos, sin experiencias o sin conciencia para prever unas graves consecuencias. En efecto, la bomba atómica no se creó precisamente para amar a los seres humanos -o nada tecnológico se creó con una intención inmaculada-,  por lo que jamás es inocente la bomba atómica, ni el cuchillo, ni el humo, ni las minas antipersonas, etc. ¡Nada tecnológico es plenamente inocente!, pues se genera para una exclusividad o beneficio -o sea, humano-

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

La justicia no se hace callando, la paz no se hace callando, el amor no se hace o se construye callando; así es, no se hace callando-callando toda la crueldad que actúa y sigue actuando y TÚ LE DAS recursos de acción o camino o aliento fácil.
Sí, objetivamente tú cada minuto del día vas a alimentar programas totalmente basura (sí, si apoyas la manipulación o desinformación es que tú eres un manipulador), medios basura, multinacionales enriquecidas con mano de obra infantil, intelectuales basura o de la retórica, etc

José Repiso Moyano dijo...

Por mucho que no lo creas aún sigue habiendo mil millones de hambrientos;
y por mucho que lo creas también.
Por mucho que defiendas a intereses dominantes-irracionales aún sigue habiendo mil millones de hambrientos;
y por mucho que eso niegues también.
Por mucho que buenices tu mentira mental -totalmente demostrable- aún sigue habiendo mil millones de hambrientos;
y por mucho que eso escondas también

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