viernes, 21 de agosto de 2015

Todo lo montan en decires: Si la persona X dice que es pacífica, tendrá que únicamente demostrarlo -puesto que puede estar engañando a todos con la práctica de la violencia o de la guerra-.
Si la persona Y dice que es cristiana, tendrá que únicamente demostrarlo -puesto que puede estar jugando con los sentimientos de todo el mundo y burlándose del mismo cristianismo-.

¿QUIÉN ESTÁ EN EL CRISTIANISMO PARA DENOMINARSE CRISTIANO?
Las propiedades del cristianismo, de una forma objetiva, son unas muy precisas y no otras:
- Amar al Creador -y a lo que es de él- con la fe y con los hechos;
- para salvar cada uno su alma -finalidad-.
- Si no, hay siempre una punidad;
- si no -cuando no se representa a él a partir de un solo error-, hay siempre una deshabilitación o desautorización, aunque sí con un proceso de perdón  -con unas exigencias-.
Es decir, cuando Judas traiciona a Jesucristo, en ese momento ya queda deshabilitado para ser apóstol -aunque sí puede ser perdonado-. Eso es, el cristianismo tiene un rigor absoluto, "Mi casa será llamada casa de oración", sin ningún error.
Así que, habiendo cometido el catolicismo ya incontables - inquisición, obtención de lujo, complicidad con el nazismo, pederastia, etc.-, está absolutamente inhabilitado para ser "casa de oración" o representar algo cristiano -incólume-. Y, con ello, ninguno de los que están en esa anticristiana institución,  puede salvar su alma, ¡ninguno!, si no cumple el rigor cristiano por disolver antes tal institución absolutamente desautorizada -a no ser que actúen en proerror determinando, aun a bien que solapa, solo daños-.

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Los católicos españoles jamás han sido cristianos, porque han humillado o exterminado objetivamente al mismo cristianismo.

Son corruptos -conscientes o no- que buenizan el mal para conseguir poder para, mediante él, seguir destruyendo para siempre -sin tener jamás piedad-.

2 de febrero de 2014

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Tú, o eres fe o no eres fe, no puedes burlarte de todos.
Tú, o estás habilitado para llevar la palabra de Dios o no, ya que no puedes burlarte hasta de Dios.

Jesucristo -con poder de Dios- era el único que autorizaba para ello; pero autorizaba con un rigor que, si se quebrantaba, aun con poco, lo desautorizaba. Porque ese rigor, en fidelidad, se plica entero o pleno, no a medias -en donde cabe siempre algo corrupto-.

2 de agosto de 2012

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