jueves, 25 de junio de 2015

Solo el que demuestra racionalmente, el que se ha enfrentado a una confusión aceptada durante siglos, el que ha señalado las causas de injusticias, el que ha desenturbiado, el que ha especificado las sinrazones, el que ha hecho ver o ha concienciado en mucho, sabe realmente cuáles son los esfuerzos titánicos que requieren la verdad; los demás nada, que han vivido sin duda de zánganos en cumplimiento ético y de HdP en dejadez -probándolos hechos-, con todas las puertas abiertas a la crueldad.
El que busca el camino contrario, ya sabe rastreramente todas las pillerías de lo contrario y de quedar además como buenista, para + inri.
Todo debe ceder menos la verdad; o todos los intereses menos ella, que no está para usos privados, mediáticos o en venta.

4 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Ya, por amparar a una sola sinrazón (que es desproteger a la razón), eres un corrupto; no es necesario algo más, eso es suficiente.

---

En cuanto a estéticas o a bellezas, el diablo las puede crear -y perfectas-; pero el sentimiento -o el cumplimiento ético- no lo puede crear nunca el diablo o la impiedad. ¡Esa es la diferencia y eso es lo que no puede el seudocreador y sus lameculismos!

Sí, el diablo te puede crear la estética que tú quieras!


----


Si nadie ayudara al que demuestra (o sea, permite o desenturbia lo que todos impiden, confunden o enturbian), no existiría algún valor ético jamás, ni civilización.

Si todos dan las espaldas a la verdad, nada es posible de lo justo o de lo digno o de lo libre o de lo civil, ¡nada!

7 de mayo de 2014,

José Repiso Moyano dijo...

La razón es estrictamente jamás amparar alguna sinrazón, bajo ninguna justificación o bajo ninguna otra regla.
¡Eso es la razón junto a aplicar las reglas racionales, nunca otras!

José Repiso Moyano dijo...

Se utiliza mucho ahora la razón propaganda o demagógica o decorativa para romper precisamente la coherencia racional. Es una razón que ambienta - acopla- muy positivamente todas las sinrazones que uno pretende adoctrinar o imbuir. Por ejemplo, nadie va a negar que la consulta independentista catalán es ilegal -ilegal es todo lo que en un momento determinado no lo aprueban las leyes-, pues ¡a por todas!, todos los medios manipuladores hablan entonces de eso todos los días sin faltar ni uno, acoplándolo a sus sinrazones o fanatismos. Como ya se sabe que los catalanes durante siglos van a querer ser independentistas, pues medios con todo el ABC de la crueldad se exhiben -y aprovechando para ellos razón- con que eso es malo, malo, ilegal una y otra vez -como rentabilidad irracional-.

"Va a haber superpoblación", eso es una razón segura; lo peor es que eso se utilice para hacer campaña de unos intereses propios.

4 de mayo de 2014

José Repiso Moyano dijo...


La autoridad moral es lo único que ha sido una constante "civilizadora" -de corrección y de progreso- durante todos los tiempos; pues, ésta, siempre se ha utilizado en cualquier manifestación racional, intelectiva o ética.
La Biblia, en realidad, está hecha desde un decir de autoridad moral y, por eso, es a su vez una amplia muestra legítima y bien justificada de comparaciones (de metáforas, de alegorías, de parábolas, etc.).
Por ello, es la comparación LO ÚNICO importante que no ha dejado de serlo para que se avance mediante un equipararse -por ser un seguimiento de reprobación- a unos modelos, a unas ejemplaridades que siempre tuvieron la autoridad moral -necesaria sólo por ser ejercida o practicada- frente a los que no, porque... tenían en contra los hechos y la carencia de esfuerzos.
Así es, una madre, a la que le han asesinado su hijo unos terroristas, suele llamarlos indignadamente a esos "como ratas", "como bestias" y sólo porque, sencillamente, ella tiene todo el peso de la autoridad del mundo para... hacerlo. Otro, que nunca roba, frente a ése que se lo ha robado todo, de igual forma; otro, que nunca maltrata a un animal, frente a ése que maltrata y sigue maltratando impunemente y, además, cínicamente.
Pues, los que no hacen ciertos hechos reprobables, y son víctimas de esos hechos, y no reciben beneficios de esos hechos -y sí censuras y linchamientos- con tantos esfuerzos suyos puestos en riesgo, tienen siempre la autoridad moral porque se practique y, además, es su obligación o responsabilidad ética o social el que lo hagan.

El maltrato a los animales es una injusticia y la ablación del clítoris es otra injusticia (cada una con la gravedad subjetiva que cada cual decida libremente, que para eso hay libertad de pensar y de expresión); ahora bien, las dos tienen la misma causa objetiva: la tradicionalidad y el consentimiento estatal. Por ello, se deben obligatoriamente -en el contexto de la sensatez, del análisis, de la ciencia...- que comparar, porque tienen la misma causa -o relación causal-.
Medios de comunicación españoles no sólo justifican -algo que objetivamente lo descalifican en un máximo cinismo- sino, además, demuestra en ellos una complicidad e impunidad; claro, esto sostenido sólo en hechos -que es lo único que ahí cuenta-, no en palabras -más o menos subjetivas- que es en lo que se les puede demostrar a otros.

4 de marzo de 2010
Publicado por José Repiso en 3:30

Publicar un comentario