REALIDAD FÁCILMENTE COMPROBABLE
Los escritores españoles, ¡todos!, utilizan ahora mismo un medio público (de recursos públicos, de los que pasan hambre), de cinismo o de juego sucio (antiético) para conseguir sus fines privados Sí. España es la imposición per se, o la premiación absoluta en hechos de la crueldad. Por ej., unos, al sobreproteger el tauromaltrato (servirse de eso con un exhibicionismo y ofrecimiento "intelectual") de forma inevitable han conseguido protagonismo(y con ello publicar todos sus libros, sin olvidarse de recoger todos los premios); otros, al ofrecerse a una linealidad-grupo editorialmente incontestable; otros, al ofrecerse a lo que produce objetivamente mayor rentabilidad, al nacionalismo; otros al influyente fútbol; otros, de chaqueteros regalados (para recibir siempre) al partido ganador. Total, que al que ha reventado A SACRIFICIOS Y A RENUNCIAS (por ética) de aplicar juego limpio,indignación, corazón y razón, solo le queda más sufrir y más nazismo por recibir. A Galileo, siempre, ¡absolutamente siempre!, no le hubieran ellos dado nada y jamás por la causa y lucha que representa. LA CRUELDAD ES ASÍ.
Los escritores españoles, ¡todos!, utilizan ahora mismo un medio público (de recursos públicos, de los que pasan hambre), de cinismo o de juego sucio (antiético) para conseguir sus fines privados Sí. España es la imposición per se, o la premiación absoluta en hechos de la crueldad. Por ej., unos, al sobreproteger el tauromaltrato (servirse de eso con un exhibicionismo y ofrecimiento "intelectual") de forma inevitable han conseguido protagonismo(y con ello publicar todos sus libros, sin olvidarse de recoger todos los premios); otros, al ofrecerse a una linealidad-grupo editorialmente incontestable; otros, al ofrecerse a lo que produce objetivamente mayor rentabilidad, al nacionalismo; otros al influyente fútbol; otros, de chaqueteros regalados (para recibir siempre) al partido ganador. Total, que al que ha reventado A SACRIFICIOS Y A RENUNCIAS (por ética) de aplicar juego limpio,indignación, corazón y razón, solo le queda más sufrir y más nazismo por recibir. A Galileo, siempre, ¡absolutamente siempre!, no le hubieran ellos dado nada y jamás por la causa y lucha que representa. LA CRUELDAD ES ASÍ.
1 comentario:
NO SE PUEDE RESPETAR AL QUE DESTRUYE porque, si lo respetas -lo cual conlleva no reprobación y consentimiento-, destruirá más y destrirá la base con la cual se respeta al mismo bien (por lo que es como venderse al diablo). Éste es un principio ético esencial.
En España, en lo que es demostrable, todo es poder, mentira y, además, saber -por una imagen o hipocresía- venderlo. Todo valor ético lo destruyen, toda razón la destruyen o, aun, les entra por un oído y se les sale por el trasero. ¡Nada!; al final cualquier asesino ha recibido más dignidad que yo, y más derechos, y ¡todo! Ahí solo vale ser un inmoral y, con todo a favor, saber venderte para sacar más rentabilidad de eso. Y lo harán siempre, directos van a hacerlo otra vez, dentro de unos segundos, mañana y siempre.
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En cada país hay cientos y cientos de asociaciones "en defensa" del amor, de la paz, de la libertad, contra el terrorismo, contra la muerte, contra los "malos", etc., derrochando muchos recursos y UTILIZANDO esas posiciones casi siempre para fines interesados. Sí, para muchas de esas asociaciones están "los que cuentan" y "los que no cuentan" en evidente intolerancia. Con eso, con unos mismos esfuerzos, "el que cuenta" es uno y no otro; y, por la dignidad mínima, "el que cuenta" es uno y no otro -el que para ellos sea el "humano válido" más apegado a sus intereses-.
O sea, por defender lo bonito todos se apuntan -¿quién no por lavarse la conciencia o por publicidad?- aunque no haya una coherencia práctica o una verdad sin venderse o sin trucos.
15 de agosto de 2012
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Tú -si tienes alguna responsabilidad intelectual, o sea, que difundes opiniones o pensamientos- estás influyendo en parte alguna a la sociedad, estás sembrando en ella por lo que en concreto difundes y creas de cultura; por lo tanto, dependiendo de tu sembrar, habrá siempre unas consecuencias -siempre las hay- o unos frutos. Sí, lo que no puedes eludir es que, sembrando irracionalmente, pretendas atribuirte frutos de racionalidad; que, sembrando no apoyos al que se esfuerza racionalmente, pretendas atribuirte frutos de racionalidad -o de ética-; que, sembrando censuras y ninguneos totalmente injustos de indignidad, pretendas ir de no equivocado -y de exento en complicidad- ante las consecuencias -siempre las hay- que creas de manipulación y de graves daños de un mal ejemplarizar la cultura o de no mejorarla.
Sembrando con indiferencia, con no reconocer, con no saber valorar, con ninguneo al que demuestra, con intolerancia -no dignificación-, etc., no puedes recoger fruto ni de ética ni de verdad.
4 de julio de 2012
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