domingo, 12 de abril de 2015

Anteponer otra cosa a los principios éticos por una rentabilidad o beneficio arbitrario o particular es el VENDERSE,  así es de claro.
Aunque se justifique con demagógico poder o con incoherente buenismo con lo que sea; sí, porque tú nunca puedes poner sobre la base ética otra base con arbitrio o supeditada a intereses creados o particulares, pues sería eso condicionar la base ética a otra cosa no ética o engañarla o deliminarla o anularla ya con lo no ético-racionalEntonces, así, por otra cosa -interesadamente- quedan vendidos los principios éticos, y eso es corruptamente rentable:  otros beneficios por alma.
Lo que es bonito socialmente (costumbre, ritualidad de guerra, halago desmesurado o grandilocuente o fanático que está cerrado a la racionalidad, etc) solo es bonito socialmente (donde unos vendidos reciben premios, miles de sobreprotecciones, condecoraciones o robos de dignidad) pero, siendo bonitez forzada, carece de razón o de ética o de vergüenza (decencia ante el espejo).  Claro, si al alma le das bonitez o esencia forzada por consecuencia se queda sin esencia.

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Siempre voy a lo mismo: No hay ética, no hay vergüenza, ni honestidad, ni civismo, ni humanidad, ni decencia..., ¡nada de eso!, si se esquiva al esfuerzo constructivo o el de la razón, sí, si se esquiva la dignidad del que juega limpísimo CON UNAS ÚNICAS REGLAS -no con miles que hay irracionales-, cara a cara y frente a todo. Si se esquiva el camino, pues no hay camino. Si se esquiva la luz, pues creas todas las injusticias o todos los mecanismos de injusticias -sin luz-.
11/12/14

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