jueves, 11 de septiembre de 2014

Cualquier sinrazón tiene su multitud apoyándola  o su pueblo dispuesto a todo por defenderla. Sí, la sinrazón de Netanyahu de justificar ocupaciones o matanzas civiles está jauríamente defendida por su pueblo. Y la sinrazón de Putín sobre Ucrania igual; pero, la de otro con uno u otro poder también, en cualquier país del mundo.
Eso es, el poder monta la sinrazón (a censuras y sobreprotecciones de sus intereses que, para eso, tiene los recursos perfectos por lograrlo) y, la sinrazón, después maneja ya a una multitud (creyéndose ciega hacer una labor de correcto y no fanatizado bien).

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Y, frente a eso, a los que dan luz y razón y verdaderos esfuerzos con toda el alma, los machacan, les roban toda mínima protección y... hasta el aire.

La jauría jamás agradece el bien, ni le da respiro

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