No eres LO QUE VES, eres LO QUE VE
No eres la luz que ves, sino eres ése que la ve.
No eres el coche que ves -puesto que tú no eres coche-, sino eres ése que lo ve... o
lo reconoce si quiere y ya siempre
en su capacidad no renunciada -por fanatismos o intereses sociales
- o no manipulada.
3 comentarios:
La voluntad (de ver, de andar, de correr, de reconocer, de actuar, de renunciar, etc) de un ser humano siempre está sujeta -en antinatura o en desequilibrio- a intereses o manipulaciones sociales (o sea, la voluntad es vulnerable por la menor resistencia que se ofrece a unos mecanismos de artificio, de adoctrinamiento por compensación, mediáticos o de manipulación).
Tú voluntad elige relaciones contigo y también elige seudorrelaciones contigo (sugestiones y fijaciones de manipulación; así que, lo que eliges, te predispone para obcecaciones, alineamientos o prejuicios que siempre te condicionarán para tus acciones -y valoraciones-.
Y tales obcecaciones, alineamientos o prejuicios solo son propios del ser humano -en consecuencia social-; o sea, frente a la naturaleza significan desequilibrio o reacciones de desequilibrio o, más claro, son el desequilibrio mismo.
En la naturaleza, una cría recibe de su madre todo lo correcto o todo lo que necesita para la naturaleza, ¡eso es el equilibrio!
Pero ¿qué pasaría si hay un INTERMEDIARIO (escritor, medio de camunicación, demagogo, etc) que le dice que la lluvia es una sandía o que los coches corren mucho para el bien de ellos?
Pues que desde ahí empiezan todas las injusticias.
Sí, las crueldades todas empezaron cuando unos pillos intermediarios (que megalómanos se creían buenos) empezaron a no tener límites, ni responsabilidades ni equilibrio en lo que transmitían como intermdiarios enloquecidos.
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