lunes, 18 de noviembre de 2013

Si nadie ayudara al que demuestra  (o sea, permite o desenturbia lo que todos impiden, confunden o enturbian),  no existiría algún valor ético jamás.
Si todos dan las espaldas a la verdad, nada es posible de lo justo o de lo digno, ¡nada!

3 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Hay quienes jamás evitan el dolor de nada (¡solo lo crean y lo siembran!), puesto que ni siquiera comprenden lo que es una injusticia ( y al no saberla... la crean a decenas por día).

José Repiso Moyano dijo...

No existe cultura no dirigida -como dijo Nietzsche-; la cultura tiende a salvar siempre unos objetivos de los que dominan -a concepciones de clase, de poder, de rentabilidad económica, etc.
Cada cultura utiliza a todos como piezas de un ajedrez para tales objetivos, valiéndose de todo lo injustificable, y valiéndose de intelectuales-payaso o de alma puramente nazi que trabajan de rodillas para ella. Estos rastreros son la esencia de la destrucción, de que siempre la esclavitud y TAL MÉTODO señalado se imponga.

José Repiso Moyano dijo...

SOBRE EL IMPEDIR, LA INTOLERANCIA Y EL NO DEJAR VIVIR NI QUE EL BIEN SE HAGA: Si impides al que demuestra la verdad todas sus posibilidades, ¿cómo va a haber verdad?, mierda desnortada. Si impides a Gandhi que realice sus principios éticos, ¿cómo va a existir el movimiento de Gandhi que ha impedido miles y miles de injusticias? Si impides a Jesucristo vivir y realizarse, ¿cómo va a haber cristianismo?, H.de perra. Si impides una televisión con valores para los niños, ¿cómo va a haber una educación educativa?, ¿apareciendo sin más de la nada?.
30 de octubre de 2012

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