lunes, 18 de noviembre de 2013

LAS RAÍCES DE LO INJUSTO

Si hay algo que define intrínsecamente el vasallaje y lo PREESTABLECIDO eso es la "estética", sí, diseñándose en uso y predisposición de "categoria humana superior" para las clases dominantes.
Pues la verdadera moral, en demostración, se asentaba en la sociedad con la difusión de la HUMILDAD -que era lo único que se contraponía al abuso de poder, de soberbia y de
dominación-, por iniciativa del cristianismo y de otras religiones como la hinduísta o la budista o la islámica.
Además, los valores éticos en su mayoría -y desde los principios de la humanidad- han permanecido muy idénticos: "la defensa de la vida", la amistad, el amor, la bondad, etc.; pero, la estética no, ¡nunca!
La estética, eso -y con todas las documentaciones de los modos de vida anteriores-, la DICTABAN solo los faraones, los brDhmanes y nunca los shudrás, los patricios y nunca los plebeyos, los califas, los jeques y los imanes y nunca los obedientes o esclavos, los hombres y nunca las mujeres -esto está más que probado-, los colonos y nunca los indígenas.
Así de claro, sin rodeos, sí, la estética representaba la simbología de tal orden y de tales modales inquebrantables que favorecían siempre a la minoritaria clase que oprimía al pueblo.
Con tal base, todos los modales de vida social, todo el comportamiento de todos y todo lo que conllevaba la belleza era absolutamente dictado por una aristocracia que se beneficiaba demasiado con ello; mientras que la ética -en la búsqueda de la justicia y de la igualdad- solamente se conseguía por los que, contra esa estética de supeditación encadenante, se desmarcaban ya con más racionalidad -algo que suponía sin duda subversión, pues considérese que en el fondo lo era el mismo conocimiento- o sentido crítico.

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Toda la verdad del mundo te la pueden enseñar; pero, si no la valoras, toda la verdad del mundo destruyes. Toda la justicia del mundo te la pueden enseñar; pero, si no la valoras, toda justicia del mundo matas como un genocida. La verdad nunca falta, sino sobra. Lo que sí siempre falta es tu honradez, tu solidaridad, tu amor a la verdad, tu honestidad, tu valor, tu no venderte, tu comprender las cosas, tu coraje, etc. Únicamente faltan miles de cosas DE TI. Si la verdad o la ética te la metes por el culo poco la valoras. ¿Que no?, ¿qué orden de prioridad le das?, ¿el que va después de que apoyes a los mediáticos mentirosos otra vez?

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