miércoles, 23 de enero de 2013

¡BASTA!, en cuanto alguien haga una valoración crítica, critique con razón, denuncie o rechace indignadamente algo, va a chocar ¡siempre! con la imagen de algún poder. Eso es, todo poder sobreprotege con presiones y abusos su imagen -con IMPOSICIÓN-, impidiendo la base de la libertad humana: la libertad expresión, guste o no guste, ofenda o no ofenda (sí, ¡todo ofende cuando denuncia crueldades sobreprotegidas!;  es decir,  deslucir algo con cualquier objeción o rechazo significa ya quitarle imagen).
Además, la razón en su amplio contexto ofende "per se", porque se dirige a vencer lo establecido, debilitándolo en sus privilegios injustos y en su imagen injusta, que se establece siempre oprimiendo a los demás o a bastantes; por el contrario, la imagen estrictamente personal jamás oprime a nadie, al no tener suficientes recursos de presión, es solo desarmadamente personal.

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

El inventarse una imagen o el utilizar o vender una imagen va en contra de un equilibrio mínimo.

Sí, tú puedes decir que tienes un honor o un prestigio, que es lo racional o ético. Pero, lo de imagen entra ya en "lo del mercado", en efecto, en vender o en imponer algo socialmente a través de máximos recursos para establecer o vender tal imagen -sí, mientras que el honor solo va en función de solo honor, la imagen va irrebatiblemente en función de recursos de establecer esa imagen, en recursos de poder, demagógicos o publicitarios, en RECURSOS DE IMAGEN-.

Más claro, un perro no tiene una imagen, sino una existencia -con derechos, claro- en la cual tiene que demostrar lo que es todos los días, no a través de una imagen, no a través de ese... truco.

José Repiso Moyano dijo...

Además, Jesucristo o Dios o todo lo puro dejaron claro que rechazaban o no aprobaban el que se utilizaran imágenes de ellos o de ti o de cualquiera, sí, tienes que ser demasiado retorcido o granuja o corrupto para a cara dura pisotear eso.

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