martes, 23 de octubre de 2012

La realidad funciona EN VERDAD DE VALORES ÉTICOS únicamente si tu aprecias y proteges tal verdad -y al que la demuestra, con reglas objetivas: las de la razón-.
La verdad real -de lo que existe-, y la que perfectamente -por voluntad- puede ser real, funciona en sociedad si tú la reconoces primero y no le das de lado -por otros intereses  particulares, pillos, buenistas o perversos que te meten a toneladas porque eso consientes sin respetarte a ti mismo: a tu honra o a tu deber ético-. 

4 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

La injusticia es, sobre todo, un desigual trato a una misma condición y a un mismo logro racional (así es, de un ser humano sólo se sabe que ha recibido injusticias en tales resultados, que "están ahi" o forman parte de los hechos ). Por lo tanto, objetivamente, la persona que más injusticias ha recibido es aquella que, a unos esfuerzos y con unos mismos derechos humanos, tiene resultados contrarios -para su dignidad- a los que cualquier otra persona. Y que tú no recibas las injusticias que recibió un ser humano no significa que no existan o que se eliminen, sino que en ti no; y a veces las pisoteas más en desprecio. Por ejemplo, en concreto a un mismo esfuerzo, uno en hechos -que se ven o demostrables- tiene algo en dignidad y otro, en consideración paria, humillación.
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A los más débiles SIEMPRE les toca perder los derroches, los descuidos y los abusos de imposición que SIEMPRE hacen los que tienen poder y privilegios. Pero a los débiles, ¿QUIÉN LOS DEFIENDE?, pues quien arriesga el alma y el pellejo por ellos, o sea, no se defienden desde la comodidad y con grandes lemas o palabritas o elegancias cómplices de los que se aprovechan de esconderlo todo, sino desde la implicación o desde el hondo compromiso. Tened en cuenta que siempre la primera respuesta de las injusticias es el servirse del silencio -hacer callar, ningunear, controlar y esconder informaciones, etc.

Pero, desde lo cómodo, sin arriesgarse a nada, sin sacrificio alguno, sin molestarse en nada, sin gritar o sin protestar decididamente, ¡nunca!

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Bastantes vienen a la vida solo a frenar y desproteger a lo racional, algo que significa que toda sinrazón -gracias a ellos- va ganando a través de la confusión, de lo oscuro, de la máscara y de la corrupción justificada.
Y no se dan asco de sí mismos, por venir a la vida a eso, a ser solo obstáculos para lo único que construye.
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Si se te da -bajo las presiones de mediatización de ahora- una mierda y una flor PARA ELEGIR, sí, se ha de tener una mínima capacidad de elección -algo que lo consigue "tu comprender y tu priorizar valores". Por lógica-ética se debería elegir la flor, eso es. Pero, ¿y si los hechos indican que se elige la mierda?, con lo indignante que es... y lo desagradable en olor mental, que se elige una y otra vez por frivolidad, por morbo, por indiferencia, por estar con muchos, porque te bombardean eso unos espectaculares medios, porque no se atiende al reconocer el verdadero y ético esfuerzo, etc.

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Hay quienes se pasan la vida únicamente APROBANDO LAS CRUELDADES porque les benefician de una u otra forma (y alineados a ellas tienen evidentemente menos problemas); y así nunca se elimina una injusticia en el mundo por ellos -que crean otras decenas de injusticias sutilmente-, esos solo ayudadores de lo cruel que siempre van buscando astutamente el justificar lo que les conviene para DESPRECIAR -en su práctica- los principios éticos, esos... chupones-rastreros.

José Repiso Moyano dijo...

En la vida. tú eres únicamente la decisión que tu alma hace libremente: el decidir apoyar a Franco o a Gandhi, a un banquero o a un misionero, a un pobre o a un explotador, a un honrado o a un mentiroso, a un mediático -que nada demuestra, sino mediatiza sus ocurrencias- o a uno que aclara o dice las cosas demostrándolas.

Tú decides y, tal decisión, tiene sus consecuencias decididas por ti inevitables de construcción o de destrucción. Eso es lo que eres, y eso es lo que te define.

Pero lo que no puedes hacer es ir corriendo a apoyar a una artista muy sobreprotegida y pisotear o ningunear a un sabio. E irte de rositas con tu decisión corrupta.

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SI NO HACES NADA POR LA VERDAD, NO HACES NADA POR EL MUNDO.

Si libertad es el poder de escoger -de cambiar o de renovarte a lo que te van dando las circunstancias y la vida-, algunos o muchos ESCOGEN UNA PARTE únicamente -en obsesión fija- de la verdad; por ejemplo, no escogen la manzana entera, sino una parte de la manzana en astuta conveniencia, y hablan luego que saben la verdad de la manzana.

Por igual -alineados, cerrados a la razón, interesados, fanáticos, llevados por las fijas costumbres y por los hilos de cualquier poder-, ESCOGEN de cada realidad una parte -para utilizarla a su favor en manipulación- únicamente, y luego dicen que saben la parte entera de la verdad. ¡No!, van e irán a verdades a medias -a trozos- o incompletas -en deformidad-, que no forman nunca una coherencia de verdad.

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Si no atiendes al que ama la verdad, pues siempre atiendes a destrucciones, por muy buenista que te creas o ya te lo montes como te lo montes con tus intereses o con muchos intereses creados.

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ELLOS, A CIENTOS DE BENEFICIOS SUCIOS -¡qué fácil lo tienen!; yo a ninguno como paria o judío exterminándose:
Se benefician del silencio -nunca lo he hecho yo-; se benefician del poder mediático -nunca yo-; se benefician de la tendencia desalmada que imponen -nunca he impuesto yo nada-; se benefician de toda mentira -nunca lo he hecho yo-; se benefician de los recursos públicos, se benefician de la protección del siempre halago y peloteo, se benefician del mercadeo y de las órdenes editoriales, se benefician de todas las injusticias que encubren...
HASTA ARISTOCRATIZAR solo su dignidad, como desalmados o asesinos; y lo ético les importa un pimiento, nunca he conocido un poeta español ético, sucios y desalmados en hechos siempre.

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José Repiso Moyano dijo...

Toda la crueldad posible se concentra en el "entre ellos".

Reconocen, sí, pero entre ellos y a los de ellos; protegen, sí, pero entre ellos y para los de ellos; aman la amistad y la generosidad, sí, pero entre ellos y con los de ellos, etc.

Todos los crueles aplicaban y aplican ese "entre ellos" o "entre nosotros" (todos, hasta los nazis, amaban, sí, pero entre ellos). Es decir, llevan todos los valores y principios éticos a un circuito cerrado y corrupto de conveniencia; y, así, los intentan seguir, ya manipulados a su conveniencia y a su corrupción interior.

Así, ellos no cumplen el bien ni nada, no, sino que el bien lo adaptan a su crueldad y aplican luego ese bien ya interesado.

Eso es lo que ocurre en España, todo lo amoldan a lo que les interesa; amoldan la ética a sus retorcidos intereses, amoldan la razón a sus retorcidos intereses, amoldan la fe a sus retorcidos intereses, amoldan todo a sus retorcidos intereses.

Cuando el bien, la razón, etc., es precisamente TODO LO CONTRARIO, lo opuesto a todo eso.

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"No saber valorar" es la peor crueldad -a largo plazo, aún más- que puede tener un ser humano.
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Todo lo que he manifestado -oral y por escrito- es únicamente producto del usar la razón totalmente, al margen de intereses, de trucos mediáticos y de poder para silenciar, y de conclusiones dadas por hecho.
Y eso es MUY DIFÍCIL porque supone demasiado esfuerzo, demasiada renuncia y demasiado soportar presiones de lo contrario. Es tan difícil, en objetividad, que casi nadie lo ha conseguido; pues cualquier intelectual o sabio, uno u otro, puedo demostrar que tiene bastantes errores de incoherencia o de conseguir esto plenamente.

Así pues, si es tan difícil y asimismo tan constructivo -puesto que es precisamente la razón, y no la sinrazón, lo único que construye-, tendrá eso un reconocible mérito, una obligada deuda ética conmigo, una dignidad mìnima, un algo mínimo de conciencia de que tal hacer mío se ha hecho ya, sí, se ha hecho sin negacionismo miserable y sin esconder más lo que es..., y lo es porque alguien lo ha luchado o lo ha hecho.

Pues bien, como monstruos se resisten a eso, a eludir conciencia y a eludir reconocimiento de dignidad.

Piensa que una persona o tiene conciencia o no tiene conciencia (para que lo entiendas, como se suele decir es "vergüenza", integridad o vergüenza ética) y, también, o tiene capacidad de reconocer -de valorar- o no. Pues esas dos condiciones son esenciales para que cualquiera tenga una ejemplaridad o autoridad ética que justifique lo que hace. Pero no..., ellos, a lo monstruoso, quieren tenerla sin eso, quieren imponer esa mentira como si nada, a máxima humillación y sin reprobación. El seguir en un "la Tierra es plana" o en un "las mujeres son inferiores", como ejemplos, por la fuerza.
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TODO LO QUE YO HAGO O DIGO ÚNICAMENTE SE UTILIZA:

- para que sea todo ético o racional,
- para que no se destruya -y se recupere- una dignidad,
- para que no se manipule, se calle o se olvide alguna injusticia,
- para que no se ayude y se compense a los errores.


¿PRUEBAS DE ESTO?

Pues que no he ganado ni un céntimo con todos mis esfuerzos, que no he ganado fama, ni poder, ni el tener influencias, ni algún estado de privilegio. Por lo tanto, solo he buscado lo anteriormente señalado. Y no se trata de creerlo -el que reduce todo a creencia es un incapacitado racional o un fanático-, sino del confirmarlo; y todo apunta -sin nada o pruebas en contra- a que es así.

José Repiso Moyano dijo...

Los que eran verdaderamente sensibles vivieron siempre en la sociedad sin ser considerados sensibles, sino rebeldes, extravagantes o idealistas-subversivos muy perseguibles por atentar al orden impuesto.

Por el contrario, todos los allegados y arrodillados a la religión, automáticamente obedientes y cerrados -en caparazón- a las miserias o a los que gritaban justicia, eran considerados muy sensibles; los que se golpeaban el pecho en Semana Santa y, en demagogia, solo hablaban de patria, de lagrimitas de teatro por una gran tradición, de glorias de poder -o sea, de abstracciones- y no de lo que era directamente humano. Así es, seguían a unos intereses del poder -de una forma objetiva-, y a los
"muy suyos", importándoles un pedo la conciencia de lo justo, de lo humilde o de lo libre.

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SOBRE EL IMPEDIR, LA INTOLERANCIA Y EL NO DEJAR VIVIR NI QUE EL BIEN SE HAGA:

Si impides al que demuestra la verdad todas sus posibilidades, ¿cómo va a haber verdad?, mierda desnortada.

Si impides a Gandhi que realice sus principios éticos, ¿cómo va a existir el movimiento de Gandhi que ha impedido miles y miles de injusticias?

Si impides una televisión con valores para los niños, ¿cómo va a haber una educación educativa?, ¿apariciendo sin más de la nada?.

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