Ahora son los medios de comunicación los principales responsables de proliferar la sinrazón (lo que se dice "por decir": por exaltación, por interés, por revancha, por odio -por todo menos por demostrar o argumentar bien-).
Sí, sin más, llevan a éste o a ése, a Belenes o a Sostres, al que causa morbo o al que causa risa, etc. y siempre para proliferar sinrazones, erróneas justificaciones, mentiras, el "ya está dicho porque sí" y, después, las alineaciones, las exaltaciones... hasta que salta cualquier hecho de crueldad. Y, claro, tras eso, pasa.
Lo peor es que los medios de comunicación, ellos, "se lavan las manos" de sus propias responsabilidades y, en principio, por "elegir mal"; eso es, cualquiera que elige mal (entre una opción u otra) siempre es el que alimenta o produce la... injusticia.
Algunos no se enteran -parece como si tuvieran un código de total intolerancia "nazi" y de destrucción en el cerebro-: "Si tú no valoras o no reconoces lo que un Galileo demuestra, tú y sólo tú le estás exterminando su dignidad, parezcas bueno, publiques mucho o tengas muchas influencias".
Más claro, "Si tú no valoras o no reconoces que cualquier otra persona tiene LA MISMA cota de dignidad mínima que tú, pues entonces tú eres una persona totalmente cruel o destructiva, de una forma objetiva".
Yo siempre he procurado NO PERSEGUIR a nadie por su condición de ser mujer o de ser de tal raza o de ser de tal ideología (justo lo contrario de lo que a mí, en cierto sitio, en total crueldad me han aplicado).
También, cierto, he procurado el no perseguir nunca la libertad de expresión; es decir, no perseguir "al que expresa" (a excepción de que ya exprese una apología del terror o una que vaya contra los derechos humanos), acosándolo en una obsesión, censurándolo o ninguneándolo, sino sólo "el expresar yo sobre lo erróneo -racional o éticamente- de lo que él expresa"; porque incumbe siempre, en responsabilidad, todo lo que hace daño en la sociedad. Es así.
En coherencia, lo más importante en una persona en su aprendizaje social no es que "esté formada" -donde no entra lo más esencial que es la autocrítica o autoformación-, sino únicamente que "esté capacitada"; por lo que hay de permitirle eso, ofreciéndole medios, toda clase de información y de explicaciones y, sobre todo, libertad de expresión.
4 comentarios:
Ahora son los medios de comunicación los principales responsables de proliferar la sinrazón (lo que se dice "por decir": por exaltación, por interés, por revancha, por odio -por todo menos por demostrar o argumentar bien-).
Sí, sin más, llevan a éste o a ése, a Belenes o a Sostres, al que causa morbo o al que causa risa, etc. y siempre para proliferar sinrazones, erróneas justificaciones, mentiras, el "ya está dicho porque sí" y, después, las alineaciones, las exaltaciones...
hasta que salta cualquier hecho de crueldad. Y, claro, tras eso, pasa.
Lo peor es que los medios de comunicación, ellos, "se lavan las manos" de sus propias responsabilidades y, en principio, por "elegir mal"; eso es, cualquiera que elige mal (entre una opción u otra) siempre es el que alimenta o produce la... injusticia.
Así están educando a sus hijos, ¡también!
Algunos no se enteran -parece como si tuvieran un código de total intolerancia "nazi" y de destrucción en el cerebro-: "Si tú no valoras o no reconoces lo que un Galileo demuestra, tú y sólo tú le estás exterminando su dignidad, parezcas bueno, publiques mucho o tengas muchas influencias".
Más claro, "Si tú no valoras o no reconoces que cualquier otra persona tiene LA MISMA cota de dignidad mínima que tú, pues entonces tú eres una persona totalmente cruel o destructiva, de una forma objetiva".
POR PRINCIPIOS ÉTICOS:
Yo siempre he procurado NO PERSEGUIR a nadie por su condición de ser mujer o de ser de tal raza o de ser de tal ideología (justo lo contrario de lo que a mí, en cierto sitio, en total crueldad me han aplicado).
También, cierto, he procurado el no perseguir nunca la libertad de expresión; es decir, no perseguir "al que expresa" (a excepción de que ya exprese una apología del terror o una que vaya contra los derechos humanos), acosándolo en una obsesión, censurándolo o ninguneándolo, sino sólo "el expresar yo sobre lo erróneo -racional o éticamente- de lo que él expresa"; porque incumbe siempre, en responsabilidad, todo lo que hace daño en la sociedad. Es así.
En coherencia, lo más importante en una persona en su aprendizaje social no es que "esté formada" -donde no entra lo más esencial que es la autocrítica o autoformación-, sino únicamente que "esté capacitada"; por lo que hay de permitirle eso, ofreciéndole medios, toda clase de información y de explicaciones y, sobre todo, libertad de expresión.
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