Hay que señalar tres causas principales que producen esto:
- Ignorancia (tanto en valores como en conocimientos básicos porque ha fallado una educación) pues, un ser humano ignorante, siempre es más violento que ése mismo con algunos conocimientos cívicos más.
- Inseguridad en los entornos de la miseria.
- Desatención de los conflictos familiares (y, en el caso de Internet, una desatención irresponsable por parte -primero- de los padres).
El miserable siempre rebaja a cualquiera -en sus situaciones y en sus méritos- a la altura de su misma miseria; y, en eso, si aquél pasó hambre pues... "él también", si aquél fue violado pues "él también", si aquél ha sido totalmente honrado pues... "él también", si aquél tuvo maltrato infantil pues... "él también", si aquél ha recibido tal represalia pues... "él también", si aquél ha sido desprotegido en sus derechos pues... "él también", etc., hasta ponerlo -sin su dignidad y sin nada- al dictado indiscriminatorio de su miseria moral.
Nadie es pasivo en defender su dignidad; es decir, todo lo que te diga -sea lo que sea- la persona a la que estás humillando NUNCA ES OFENSA, sino vital, ética y digna defensa.
3 comentarios:
Hay que señalar tres causas principales que producen esto:
- Ignorancia (tanto en valores como en conocimientos básicos porque ha fallado una educación) pues, un ser humano ignorante, siempre es más violento que ése mismo con algunos conocimientos cívicos más.
- Inseguridad en los entornos de la miseria.
- Desatención de los conflictos familiares (y, en el caso de Internet, una desatención irresponsable por parte -primero- de los padres).
El miserable siempre rebaja a cualquiera -en sus situaciones y en sus méritos- a la altura de su misma miseria; y, en eso, si aquél pasó hambre pues... "él también", si aquél fue violado pues "él también", si aquél ha sido totalmente honrado pues... "él también", si aquél tuvo maltrato infantil pues... "él también", si aquél ha recibido tal represalia pues... "él también", si aquél ha sido desprotegido en sus derechos pues... "él también", etc., hasta ponerlo -sin su dignidad y sin nada- al dictado indiscriminatorio de su miseria moral.
Nadie es pasivo en defender su dignidad; es decir, todo lo que te diga -sea lo que sea- la persona a la que estás humillando NUNCA ES OFENSA, sino vital, ética y digna defensa.
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