Los medios de comunicación son ya
una multinacional donde NO HAY cabida a la razón, a la veneración de ésta porque unas reglas imparciales prevalezcan -por justicia-, a un respetar su base que es el demostrar y el permitir la contraargumentación:
SON TODOS LOS INTERESES DE LA SOCIEDAD Y NADA -puesto que los que tienen más recursos y más astucia ESTÁN Y ESTARÁN SIEMPRE en la "
Jet set" internáutica en un predominio a partir de ahora-. Y eso, en efecto, produce sólo mentira inevitable y también cualquier mentira que se hace pasar con éxito por verdad -lo que es ahora en frialdad el poder infinito de la mentira-; o sea, total o infinita mentira -
GRACIAS SÓLO A ELLOS- al no aceptar intolerantemente lo que se demuestra porque, los intelectuales, entran en el juego del no aceptar las reglas de la razón y, al servicio de una determinada maquinaria de sinrazón e injusticia, astutamente cada instante elaboran "una
seudoverdad impuesta", la cual encaja perfectamente en su predispuesta multinacional -
sin límites y sin oposición alguna, ya que la exterminan al mínimo intento de existir- de mentiras.