sábado, 25 de septiembre de 2010

Lo turbio, lo injusto y lo impune, ¡nunca!




"pero esta vez..."


www.portalplanetasedna.com.ar/conejillos.htm

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

ANOTACIONES PRECISAS:

- Una persona que recibe una injusticia directamente de ti, no puede ser condescendiente y comedido con tu acción -ni con otra injusta de otro-, pues sería injusto, en coherencia.
- Todo injusto que tiene algún poder, para justificar su injusticia, siempre recurre al respeto y a la educación, en cuanto que es lo más fácil, es lo más miserable y es lo más cruel para quedar impune.
- Jesucristo no tenía que ser tranquilo, guapo y chovinista para ser justo, sino solamente ser capaz de aplicar lo justo.
- La forma más sutil de la domesticación y de la manipulación -que es aun un truco por esclavizar- es la de reprochar un respeto por los que no respetan nada.
- El respeto es el valor más corruptible; puesto que todos lo quieren tener y pocos lo tienen de verdad. Así que habitualmente es disfrazado como bueno cuando, realmente, no lo es (un ejemplo para comprenderlo: la manera de actuar de Jesucristo en aquella época era totalmente “irrespetuosa”, incluso “maleducada” con respecto al “comportamiento correcto o normal” que se debería hacer allí; pero, él no se dejó domesticar o esclavizar por eso). He ahí que hay que comprender que, el respeto, es consubstancial a la dignidad (está en la misma referencia a ese valor).
- Amar siempre requiere un esfuerzo -un poner de tu parte- por comprender lo que vas a amar.
- Tú no puedes respetar a tu padre si no sabes o no aprendes a valorar sus esfuerzos; es decir, el valor en “ser” padre tuyo sólo es: “lo que ha hecho por ti” de padre. Respeto es reconocer que, por ti, ha hecho tal o cual cosa con sus honrados esfuerzos.

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