martes, 22 de junio de 2010

Nadie le rebatió su ética; pero, algunos, esperaron a hacerlo ante... su muerte -en su indefensión-.
La única reverencia o respeto -ético o moral- que existe es que, en el momento de la muerte de un ser humano no haya detracción, sino un compadecimiento o, al menos, un dejarlo EN PAZ mínimo, por piedad, humano o... hu-ma-ni-ta-rio.
Pues ya la jerarquía católica, sin ese respeto o sin esa dignidad "esencial" que se debe dar a cualquier ser humano, ha salido calificándolo de "irreverente"; otro, a lo ligero, que era... estalinista cuando, la mayoría de los intelectuales del siglo XX (Neruda, Vallejo, etc.), eran también estalinistas "en ideal teórico" o en una libertad ideológica que no adivinaba cómo se iba eso a utilizar o cuáles serían sus consecuencias (sí, cientos de millones de personas en el mundo eran estalinistas -¿qué se debía de hacer con ellos?, ¿fusilarlos?- sin que tuvieran, todos, que responder ante los abusos que cometieron unos que prometían algo más humano u otra cosa).
Saramago dijo: "a nadie le HE HECHO daño", porque son únicamente los HECHOS los que cuentan; y también hechos de complicidad, sí, pero cuando se sabe ya que los hechos del que apoyas son corruptos o contrarios a lo que esperabas que hiciera.
www.epdlp.com/escritor.php?id=2270

3 comentarios:

Gaceta Virtual dijo...

Coincido totalmente.
Una actitud cobarde ante quien, ejerciendo el libre albedrío de todo ser humano, eligió un pensamiento diferente.

José Repiso Moyano dijo...

Gracias de corazón, Norma, por ser sensible y por demostrarlo RECONOCIENDO -porque, para reconocer, hay que poner empatía y mucha sensibilidad- lo que otro ser humano HA ARRIESGADO sin más deber que su propia convicción ética.
Mientras que otros no arriesgan nada y creen que todo -los millones de logros de la humanidad- les ha caído del cielo.
Las libertades (ser libre de eso, de lo otro, de incontables cosas) HAY QUE LUCHARLAS, o sea, cuestan muchos esfuerzos, a veces cuesta demasiado sufrimiento, y a veces cuestan muchas vidas.

AA dijo...

¿Y la Iglesia habla de irreverencia, cuando su historia muestra que ella lo fue masivamente con la vida misma durante siglos? ¿O acaso fueron o son actitudes reverentes las torturas inquisitoriales, las cazas de brujas, las hogueras, las cruzadas, los ataques a científicos como Galileo, las persecuciones a instituciones o personas de otros credos, el permanente apoyo a los poderosos de turno, la bendición de cañones y ejércitos de este bando y del bando contrario también, la prohibición de los anticonceptivos para los legos en tanto su clero es obligatoriamente célibe y el amparo de infinidad de sacerdotes abusadores de niños? ¿Se puede ser tan hipócrita?, ¿tan fariseo?

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