Nunca a nadie se le debe censurar, ni siquiera a un apologista del terrorismo; lo que sí se debe hacer es, sobre lo que ha dicho, aplicar la ley.
Pero nadie es Dios para callar a alguien, ni para que no coma alguien, es decir, el hablar es esencial del ser humano como el tener pies y no se puede escindir ni lo uno ni lo otro (por deliberaciones interesadas de poderes fácticos).
Sí, es cierto que ciertos programas -o medios- pedagógicos deben adecuarse a unos valores y, sobre todo, cuando sus programadores asimismo - en ejemplo- siempre cumplen; pero, esa censura particular o no sistemática, debe en cada caso argumentarse o justificarse racionalmente para no alimentar las discriminaciones a capricho ( o los seres humanos no válidos como tales).
caso-de-censura-contra-pintor.html
20081015/cultura/caso-censura-libro-20081015.html
1 comentario:
de acuerdo contigo totalmente!
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